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    Clarin, Argentina
    4 sept 2004

    Tenis: La Quinta Jornada De Flushing Meadows Arrojo Un Saldo Equilibrado Para Los Argentinos

    Cañas aportó la sonrisa y Nalbandian, la bronca

    El triunfo de Cañas fue ante Volandri en sets corridos. Ahora jugará
    con Roddick. Nalbandian dejó pasar sus chances ante el ruso Youzhny.


    Guillermo Kellmer. NUEVA YORK ENVIADO ESPECIAL
    [email protected]

    Mientras Guillermo Cañas, en silencio, sumó la sonrisa con su
    victoria por 6-4, 7-5 y 6-1 frente al italiano Filippo Volandri que
    le permitió llegar a la tercera ronda, David Nalbandian fue la
    contracara y cayó en cinco sets ante el ruso Mikhail Youzhny.

    Con este panorama, Cañas es el único argentino que pasó a la tercera
    ronda en el cuadro masculino. Allí tendrá una durísima exigencia, ya
    que deberá enfrentar a Andy Roddick. El estadounidense, segundo
    preclasificado, venció al español Rafael Nadal por un cómodo 6-0, 6-3
    y 6-4.

    "El gran favorito es Roddick. Pero para mí lo importante es que rompí
    la barrera de la segunda ronda", señaló Willy anoche.

    Cuando Nalbandian llegó a Nueva York empujado por sus ganas de jugar,
    sabía íntimamente que físicamente daba ventajas. Pero la bronca del
    final, con su raqueta yendo al piso una y otra vez, dejó en claro que
    ayer, en la derrota ante el ruso Mikhail Youzhny en el Abierto de
    Estados Unidos, su cuerpo poco tuvo que ver. Se le escapó por poco y
    más que el físico le jugó en contra la cabeza. Jugó contra el rival y
    contra el árbitro español Javier Moreno que, es cierto, tuvo algunos
    fallos polémicos. Al cordobés su bronca contra el umpire terminó por
    desconcentrarlo en momentos clave. Y permitió, más de una vez, que
    Youzhny regresara al juego.

    Fue 6-7 (4-7), 6-4, 7-5, 2-6 y 6-4 para el ruso tras cuatro horas de
    juego. Y nada hacía presagiar en el inicio del partido un duelo tan
    largo y cambiante. Porque si bien Nalbandian arrancó 3-0 abajo tras
    el quiebre de saque que el ruso consiguió en el game inicial, el
    cordobés pareció entrar en calor recién entonces. Jugando con mucha
    profundidad, agresivo por momentos y concentrado, levantó la
    desventaja y tomó el control del set. El ruso mantuvo la paridad con
    la efectividad de su saque y una notable de devolución del servicio
    que más de una vez dejó parado a Nalbandian. Mano a mano llegaron al
    tie break y allí se impuso el argentino. Si cuando llegó a Nueva York
    le faltaba ritmo, de a poco pareció ir recuperándolo.

    Sin embargo no le funcionaba su saque. El bajo porcentaje de su
    primer servicio le permitía al ruso entrar en juego y seguir ganando
    puntos con el revés paralelo que hizo daño toda la noche. Y llegar
    tan parejo a la definición del segundo set terminó por jugarle en
    contra. Porque el árbitro se equivocó cuando el perdedor sacó 4-4 y
    permitió el quiebre. Y después dio bueno un saque de Youzhny que se
    había ido apenas afuera. Fue set para el ruso y Nalbandian se la
    agarró con el umpire. Lo mandó al oculista y a dirigir en interclubes
    y le tiró con munición gruesa.

    Estaba en otro partido cuando arrancó el tercer set. Ya jugaba contra
    Moreno, que tras la advertencia ésta vez le descontó el punto.
    Nalbandian hacía fuerza por volver moviendo al rival, que a esa
    altura ya había pedido médico y le molestaba mucho pegar corriendo.
    Pero Nalbandian no era el del primer set. El quiebre definitivo del
    partido se dio con Nalbandian sacando 5-4. Tuvo un set point, lo
    desperdició y luego perdió su servicio en el 11° game. Fue set para
    Youzhny y la historia pareció sentenciada.

    Pero faltaba mucho por jugar. El ruso le permitió otra vez volver y
    Nalbandian se llevó el cuarto parcial con claridad.

    Youzhny sólo estaba tomando aire y Nalbandian pareció confiado.
    Llegaron a una definición pareja. Ya a esa altura la gente gritaba
    por el ruso y tapaba a los muchísimos argentinos que había convocado
    Nalbandian. La garra habitual del cordobés era toda de Youzhny, que
    se jugaba la vida en cada pelota y ya le entraban todas. Otra vez
    Nalbandian perdió su saque en el noveno game. Y los dos match points
    que levantó en el décimo fueron sólo una brisa de ilusión.

    El año pasado llegó a las semifinales y ésta vez quedó muy lejos en
    un partido que lo pudo ganar, pero que no supo manejar. Algo que
    justamente un Nalbandian en forma sabe hacer muy bien. Habrá que
    seguir esperándolo.
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